martes, 16 de febrero de 2010
EL FÚTBOL NUESTRO DE CADA DÍA.
Era domingo, como cada séptimo día de la semana, ya había acabado el almuerzo, ¡manos benditas de mi madre!, hacía algo de calor pero siempre lo necesario como para dedicarse toda la tarde a gozar de fútbol; el viejo me aprimeró el control, sabio él, pero desde ya sabía que mis domingos de fútbol se respetan, porque mis domingos de fútbol se respetan señores. Me preguntó sobre qué veríamos hoy, yo le dije que no había mucho que ver, que el campeonato europeo estaba en receso y que solo quedaba algo del descentralizado nacional, se sorprendió y me dijo - ya estás grande como para saber de fútbol, cualquier fútbol es mejor que el peruano - durante unos 15 minutos buscamos y buscamos, cualquier cosa parecido al deporte era oro, hasta que por casualidad en un canal lejano, que no sabía que existía por cierto, había empezado el segundo tiempo del clásico uruguayo; y entonces señores… aquello fue una lección de vida.
El fútbol peruano es pobrísimo, desde todas sus caras, carece de competitividad y es aburridísimo a los ojos de los aficionados, que pagan su entrada a ver un show que casi nunca llega. Es lento, de poco oficio, amateur y no profesional, aunque duela, y con sistemas de juego tan pasados de moda.
El jugador peruano sale a la cancha trasladando todos sus frustraciones y traumas psicológicos, se vuelve un paranoico que culpa al árbitro de todas sus deficiencias y faltas, propias y ajenas; lo acusa de robo y por ende, reclama cada y todas las jugadas pitadas; se cree víctima y no perdona que el rival intente a veces jugarle brusco, aflora el “macho que se respeta” y desborda criolladas que nada tiene que ver con el espectáculo. Y eso muchas veces lo provoca desde el banco, el propio técnico.
Futbolísticamente estamos lejos, ¡primicia! Y el gran responsable, pero no el único, es la mala preparación en categorías menores. Nosotros no sabemos el A-B-C del juego, y si lo sabemos hacemos lo posible para olvidar. No sabemos marcar y esto es gravísimo. Entendemos la función de marca como acompañar una jugada, seguimos muy atentos la pelota con los ojos y olvidamos siempre que el objetivo de dicha función es intentar siempre recuperar el balón. La distancia en la marca es enorme, gigantesca, se le espera, se le mira; la agresividad es nula o limitada pero cuando se tiene ganas de hacerlo bien aparece lo peor: el jugador peruano es muy torpe marcando. Talvez el miedo a quedar burlado ante tu oponente provoca esa pasividad a la hora de marcar o la resistencia física que mata, pero lo más seguro es que no sepamos apretar con la suficiencia debida y añadamos la malísima costumbre de liberar la responsabilidad de marca a los hombres de arriba, señores en el fútbol exitoso de hoy por si no se han dado cuenta , todos marcan.
Respecto a la exactitud del pase, nuestro fútbol hace mucho que dejó de tener una “técnica exquisita”. Hace 2 décadas que el jugador peruano perdió el rótulo de técnico, es decir, buen manejo de pie, que era lo último que nos quedaba en el saco de gloria. Me explico, si alguien cree que aún tenemos buen pie y que le pegamos lindo al balón entonces, ¿cuántos dotados técnicamente existen por equipo en el fútbol peruano? 5, 6, 7? ¿? No creo que lleguemos a la primera cifra, no al menos en un once titular; no sabemos dar un buen pase, al menos uno que sea peligroso, le apuntamos a los talones de nuestro compañero y casi nunca hacia adelante, no sabemos profundizar ni regular un pase. En nuestro cerebro está grabado que un centro es un pase al azar, un pase al oportunismo de alguien que ojalá toque esa pelota; todo centro es un pase voluntario, ¿podrá entender esto algún día, nuestro lateral volante? Pero existe un factor que escapa de la técnica, de la táctica y hasta del entorno mismo: el criterio.
El criterio necesita tiempo para madurar, pero se aplica día a día. El criterio se forma aún desde temprano, viendo lo errores de otros, probando el ensayo-error, ejecutando la teoría, viendo fútbol moderno, etc. Pocos practican un criterio útil para su equipo, aflora el “me quema la pelota”, “tiro el centro para terminar la jugada”, “hay que jugar siempre hacia adelante”; el criterio te ayuda a manejar la velocidad de cada ataque, influye en el porqué de la lentitud de los partidos, el criterio te da jerarquía poco a poco, te distingue, te hace jugar inteligentemente. Acá en Perú, se alaba al atraso, a la decadencia, gustamos en exceso del pasado. Solo aquí se explica que se necesite, o se haga necesitar, a centro delanteros de los 80s, de los 90s; un “9” alto que cabecea muy bien, fuerte, empeñoso y que oportuna goles de rebote a montones, solo aquí el Checho Ibarra es goleador histórico –gran mérito que no desmerezco- pero ya esos delanteros están en extinción y que bueno. Ahora se busca un “9” potente en todo el sentido de la palabra, es más ya ni se le etiqueta con ese número; ahora los delanteros, todos, son veloces, manejan juego aéreo, físicamente bien dotados y tienen bastante técnica, patean tiros libres y todos son goleadores, esa es la nueva etiqueta señores: goleadores. Lo mismo se aplica para los defensas, el defensa tronco, que no es veloz y potente al igual que los delanteros que enfrenta, desaparece; quedará en el anonimato o salvaguardado en nuestro campeonato local. Lo que ahora se requiere es un jugador más atleta, más fortalecido, más profesional, porque todo cambia y el fútbol también. Los equipos buscan mucho a estrellas que pudieron ser pero que no fueron nada, esperando gozar de su pasado y de algún presente que se asemeje a la gloria, nace un prospecto que lleva 5 o 6 goles y juega con la crema o la blanquiazul y es el Cubillas esperado, el pupilo de Cueto o la reencarnación de Navarro. Cuenten ustedes, ¿cuántos de ellos manejaban los 2 pies para patear, eran veloces y con potencia, técnica, juego aéreo, personalidad, si es así, entonces son triunfadores en el extranjero sino, seguro deambulan en nuestro fútbol y algo les faltó, porque triunfa el que siempre estuvo preparado para ello. Y todo juega en contra, técnicos que tiran más para ex- jugador que para profesional competente, dirigentes o remedo de dicha función periodistas que no fomentan cultura deportiva, utilizando conceptos antiguos y en desuso como el decir volante de marca, volante de creación, etiquetando erróneamente o juzgando con criterios de España 82.
Pero ¿qué hacer, cómo empezar? En el principio pues, tan obvio como simple. Las divisiones menores y los juveniles no son el futuro sino el presente, ahí habrá que trabajar, traer especialistas y de preferencia extranjeros que contagien un poco alguna mentalidad distinta, más fresca. Que los de ahora y los activos entiendan que el virus tiene que morir con nosotros, en nuestra generación, evitar los contagios, y terminar la carrera dignamente, la gloria no está en el recuerdo señores está en lo que haces día a día, sino seguiré con el futbol uruguayo, colombiano o cualquiera más entretenido que el nuestro.
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viernes, 16 de octubre de 2009
El mejor jugador de todos los tiempos
Salir a jugar un partidito con los patas del barrio es, para los niños, uno de los pasatiempos más populares en un país pelotero como el nuestro.Alli en la pista, con un par de chungas , con el más chato o el más "chibolo" de arquero. Sin camisetas del mismo color; más bien con camisetas rotas, viejas, incoloras, en algunos casos de tu hermano mayor.Las rodillas marcadas fruto de tanto raspón en la pista y su consiguiente salivita como remedio. No hay arbitro (inocencia no interrumpida), por lo tanto no hay tarjetas y si bastante taba y a veces cuando no hay acuerdo, su bronquita para amenizar.Como no hay categorias los jugadores mas "grandes", es decir los mas desarrollados físicamente, son los que escojen y capitanean al grupo.
Recuerdo que en una epoca yo estaba dentro de este último grupo. Me elegían primero o máximo segundo cuando se formaban los equipos. Y yo respondía a los expectativas con goles y buenos pases. Aún recuerdo mis proezas las cuales algún dia contaré a alguien que las quiera creer.Estoy seguro que este su servidor llego a ser en su momento el mejor jugador de ese barrio... Y sin embargo, algo cambio en cierto momento.
No estoy seguro en que etapa de mi carrera pelotera las cosas empezaron a cambiar. Recuerdo que empecé a fallar pases. A veces sentía que el tiempo entre parar el balón y acomodarme para mi mejor perfil era demasiado corto... y perdía velocidad ... o tal vez los rivales eran más veloces. Salieron a flote defectos que no había tomado en cuenta antes... Tenía problemas para encarar y definitivamente no sabía cabecear. La paciencia de la hinchada y los compañeros era cada vez mas poca... hasta que un dia aciago me retiré sin pena ni gloria. Había perdido mi estatus, ya no era el mejor, ya no valía la pena...
Haciendo un repaso y encontrando explicaciones, me doy cuenta que simplemente no era tan bueno. Simplemente era un chico al que le encantaba jugar al fútbol y alucinar ser el mejor... Hasta que un día tuve que jugar contra otros chicos con similares sueños y mejores destrezas. Jugadores de fútbol que no eran mis amigos(mas bien enemigos) y que no daban un balón por perdido, ajustando la marca al límite, corriendo con tanta energía como si persiguieran diamantes en vez de un balón y golpeando al rival como martillo a clavo, hasta enterrarlo en la cancha. El fútbol había cambiado. Yo ya no podía competir contra estos nuevos jugadores, casi robotizados. Algo de talento tuve seguro, pero no alcanzaba para el fútbol de ahora. Fuí Pelé y Maradona en cierto tiempo , pero era pretérito. Como a ellos seguro , la modernidad me había vencido...pues aunque suene hereje, el negro Pelé y el chato Maradona tuvieron un gran momento pero pasó y vinieron otros que lo hicieron mejor y esa progresión no se ha detenido y creo no lo hará por que sigue una lógica muy simple y que solo los candidos y la media (muy convenientemente claro está) no perciben o no quieren reconocer: El fútbol es cada dia más complejo y competitivo, con diseños técnico tácticos cada día más elaborados, con un plan de trabajo que incluye no solo un entrenador, preparador físico y de arqueros sino también a un equipo de cientificos detrás de los jugadores. Hay incluso evidencia de uso de software para analizar al equipo rival y al propio (a no sentirse mal los que juegan al play station hasta la madrugada) sin mencionar el video y las estadísticas, trabajo este de profesionales especializados también. Demas está decir que ahora todo apunta a la formación de un atleta futbolista en programas en donde la capacidad y formacion intelectual del jugador no se ha dejado de lado y más bien se la potencia. En este fútbol actual en donde el jugador tiene que convivir con la presión constante de auspiciadores, hinchas , prensa de la buena y amarilla y a la sobrexposición de su vida en muchos casos, en este fútbol de estrés y drama, en donde si no tienes equilibrio emocional no la haces. En este futbol , es casi, o mejor lo afirmo, es imposible ser figura. Por ende, el que ahora es el mejor crack, es mejor que él que lo fué hace un año y mucho más del que lo fué hace 20 o 40.Por eso digo que ya quisieran Cristiano Ronaldo, Leonel Messi, Kaka y mas atrás , Zidane, Figo , Romario haber jugado en los tiempos de Maradona y mejor aún de Pele. Incluso acá en Perú, con todo respeto a las reliquias nuestras, Claudio Pizarro es junto a Paolo Guerrero los mejores "9" que hemos tenido en toda nuestra historia, tomando en cuenta lo que hacen y al nivel competitivo en que se desempeñan. Vargas es un jugador que nunca había existido en Perú y Jefferson Farfán sería titular facil en el equipo de México 70, 78 y 82.
Por eso es que cuando escucho por allí esa discusión de si Pelé fue mejor que Maradona, me parece tan vana que aburre. Que interesa si fueron los mejores. Hay cientos de futbolistas por encima de ellos. Sin embargo para ambos, les queda el consuelo de haber sido los mejores en cierto momento,de haber llevado a la victoria a sus equipos con la gloria correspondiente y de habernos hecho enamorar de este deporte. Demostraron que eran los mejores hasta que el fútbol con su constante evolución, muchas veces inescrupulosa y deshumanizada, los dejó fuera como a muchos. Como a mi, por ejemplo.
Recuerdo que en una epoca yo estaba dentro de este último grupo. Me elegían primero o máximo segundo cuando se formaban los equipos. Y yo respondía a los expectativas con goles y buenos pases. Aún recuerdo mis proezas las cuales algún dia contaré a alguien que las quiera creer.Estoy seguro que este su servidor llego a ser en su momento el mejor jugador de ese barrio... Y sin embargo, algo cambio en cierto momento.
No estoy seguro en que etapa de mi carrera pelotera las cosas empezaron a cambiar. Recuerdo que empecé a fallar pases. A veces sentía que el tiempo entre parar el balón y acomodarme para mi mejor perfil era demasiado corto... y perdía velocidad ... o tal vez los rivales eran más veloces. Salieron a flote defectos que no había tomado en cuenta antes... Tenía problemas para encarar y definitivamente no sabía cabecear. La paciencia de la hinchada y los compañeros era cada vez mas poca... hasta que un dia aciago me retiré sin pena ni gloria. Había perdido mi estatus, ya no era el mejor, ya no valía la pena...
Haciendo un repaso y encontrando explicaciones, me doy cuenta que simplemente no era tan bueno. Simplemente era un chico al que le encantaba jugar al fútbol y alucinar ser el mejor... Hasta que un día tuve que jugar contra otros chicos con similares sueños y mejores destrezas. Jugadores de fútbol que no eran mis amigos(mas bien enemigos) y que no daban un balón por perdido, ajustando la marca al límite, corriendo con tanta energía como si persiguieran diamantes en vez de un balón y golpeando al rival como martillo a clavo, hasta enterrarlo en la cancha. El fútbol había cambiado. Yo ya no podía competir contra estos nuevos jugadores, casi robotizados. Algo de talento tuve seguro, pero no alcanzaba para el fútbol de ahora. Fuí Pelé y Maradona en cierto tiempo , pero era pretérito. Como a ellos seguro , la modernidad me había vencido...pues aunque suene hereje, el negro Pelé y el chato Maradona tuvieron un gran momento pero pasó y vinieron otros que lo hicieron mejor y esa progresión no se ha detenido y creo no lo hará por que sigue una lógica muy simple y que solo los candidos y la media (muy convenientemente claro está) no perciben o no quieren reconocer: El fútbol es cada dia más complejo y competitivo, con diseños técnico tácticos cada día más elaborados, con un plan de trabajo que incluye no solo un entrenador, preparador físico y de arqueros sino también a un equipo de cientificos detrás de los jugadores. Hay incluso evidencia de uso de software para analizar al equipo rival y al propio (a no sentirse mal los que juegan al play station hasta la madrugada) sin mencionar el video y las estadísticas, trabajo este de profesionales especializados también. Demas está decir que ahora todo apunta a la formación de un atleta futbolista en programas en donde la capacidad y formacion intelectual del jugador no se ha dejado de lado y más bien se la potencia. En este fútbol actual en donde el jugador tiene que convivir con la presión constante de auspiciadores, hinchas , prensa de la buena y amarilla y a la sobrexposición de su vida en muchos casos, en este fútbol de estrés y drama, en donde si no tienes equilibrio emocional no la haces. En este futbol , es casi, o mejor lo afirmo, es imposible ser figura. Por ende, el que ahora es el mejor crack, es mejor que él que lo fué hace un año y mucho más del que lo fué hace 20 o 40.Por eso digo que ya quisieran Cristiano Ronaldo, Leonel Messi, Kaka y mas atrás , Zidane, Figo , Romario haber jugado en los tiempos de Maradona y mejor aún de Pele. Incluso acá en Perú, con todo respeto a las reliquias nuestras, Claudio Pizarro es junto a Paolo Guerrero los mejores "9" que hemos tenido en toda nuestra historia, tomando en cuenta lo que hacen y al nivel competitivo en que se desempeñan. Vargas es un jugador que nunca había existido en Perú y Jefferson Farfán sería titular facil en el equipo de México 70, 78 y 82.
Por eso es que cuando escucho por allí esa discusión de si Pelé fue mejor que Maradona, me parece tan vana que aburre. Que interesa si fueron los mejores. Hay cientos de futbolistas por encima de ellos. Sin embargo para ambos, les queda el consuelo de haber sido los mejores en cierto momento,de haber llevado a la victoria a sus equipos con la gloria correspondiente y de habernos hecho enamorar de este deporte. Demostraron que eran los mejores hasta que el fútbol con su constante evolución, muchas veces inescrupulosa y deshumanizada, los dejó fuera como a muchos. Como a mi, por ejemplo.
O. Sánchez
sábado, 19 de septiembre de 2009
Sobre el famoso “faltó actitud”
R. Jeffres decía, "La actitud es nuestra respuesta emocional y mental a las circunstancias de la vida", algo simple y suficiente para entender el término actitud, tan importante en nuestras vidas y muy de moda cuando se analiza a un equipo de fútbol en relación a sus resultados: “El equipo mostró mucha actitud” (cuando se gana) “Faltó actitud para empatar o ganar el encuentro”. Pero, ¿hasta qué punto el ganar un partido (o perderlo) es reflejo de la actitud de un equipo? ¿Es posible jugar sin actitud? ¿Cuál debería ser la actitud correcta de un jugador profesional para llegar al éxito?
La actitud es entre otros, parte básica de las respuestas dentro de un campo de fútbol; junto con la capacidad técnica, funcionalidad táctica, contexto, relación de grupo, etc. Tal vez la actitud sea el mejor reflejo o el más fácil de percibir respecto al factor psicológico, pero no involucra que lo psicológico sea netamente actitudinal, sino una sumatoria de partes tales como: la motivación, rasgos de personalidad, raza, cognición e inteligencias, etc. Tomando esto como cierto, sería justo criticar o analizar la actitud de cada cual sólo desde la óptica resultadista, en nuestra caso, nuestra alicaída selección nacional, etiquetada como un equipo “sin actitud”.
La motivación es aquella fuerza que nos impulsa a conseguir logros, a no rendirse, a no conformarse. Un jugador desmotivado no rinde al máximo de sus posibilidades, y si lo hace, no explora nuevas capacidades, no anima al grupo, en conclusión, no se retroalimenta. El jugador peruano, hambriento de triunfos, de mundiales, de respeto, cargando un pasado glorioso y un presente desastroso, sueña con jugar una final, sueña salir en la portada del diario, con la entrevista exclusiva, los mejores chimpunes y de colores fosforescentes por favor, con el carro del año, harta salsa, con la modelo en su cama, sueña con todo aquello que la vida modesta generalmente le negó. Hasta acá, esto y más está permitido, sería lo que llamamos: motivación externa; aquello que busca que te esfuerces a cambio de dinero, status, sería el dulce como premio para los niños. Pero la diferencia la marcan los que luchan no por un departamento, sino por historia, no por fama, sino por gloria, no para hacerse conocido sino respetado. Llamaríamos a esta la motivación interna, la más importante de todas, la que se trabaja poco; aquí está la respuesta al porque es falso creer que un futbolista por estar en una profesión privilegiada y gustosa no debe nunca bajar los brazos, debe matarse en el campo y ser un ejemplo para los demás. Los semilleros enfocados a forjar futuros elementos potencialmente provechosos para nuestro balompié obvian la importancia de desarrollar en el niño o joven ese hambre innato, me pregunto ¿Cuántos de ellos desarrollan un plan de vida? ¿Les enseñan a estos chicos dotados de buen pie a cómo formularse metas reales? ¿Se le enseña a estos proyectos que el fútbol es una manera de realizarse como persona? La actitud en sí, gira alrededor de muchos factores como ya dijimos, alrededor de la motivación por ejemplo, pero gira alrededor de un factor muy complejo, especial y de suma importancia: los rasgos de personalidad.
Hay jugadores callados, hay jugadores gritones, los fosforitos, los fríos, todos ellos representados en nuestra realidad por muchos jugadores jubilados y vigentes; lo cierto es que uno cree que tiene más actitud el que putea, el que grita, el que defiende a sus compañeros, todo esto se resumiría mejor en palabras como liderazgo, asertividad, histrionismo, competitividad, etc. La personalidad es única y muy estable, no varía de un partido a otro ni mucho menos es antojadiza. Eso de que un jugador es “pecho frío” porque es antipático, no grita, no corrige o porque declara con un lenguaje muy alturado, es solo un estereotipo tonto, las características individuales a veces nos hacen ver lo contrario, un jugador con actitud debe ser como el “Puma”, no siempre. La resiliencia, un concepto muy de moda para estos días, es muy valorada por los profesionales del deporte, aquella capacidad de sobreponerse a las dificultades es un don único, primordial para ser exitoso, y claro, poco trabajado en nuestro medio. La mejor escuela es la propia vida, la mejor maestra de lucha y la única que siempre te dará la oportunidad de reivindicarte. El fútbol debe entenderse como toda actividad humana, un hombre aprendiendo a ser más hombre. Bajo esta mirada, trabajar la tolerancia a la frustración; ¿Cuánto influye a un jugador fallarle en los entrenamientos bajo la mirada de un buen técnico, digamos un Bielsa, Bianchi , Markarián? La presión siempre está presentes, pero porqué pensar que todos los futbolistas peruanos están preparados para sobrellevarla, ¿Cuál será la causa que un debutante lo haga mucho mejor que otro igual, bajo las mismas condiciones? El temperamento importa y es de muchas veces de gran ayuda, pero más importante aún creo es la inteligencia emocional que aparte de lo psicológico, es vital para el cumplimiento de las funciones de táctica y estrategia; usualmente los últimos 15 minutos de cada partido un equipo termo céfalo juega sin un manual definido y solo es llevado por las ansias de ganas o empatar el cotejo; muchas veces funciona pero le auguro un mejor desarrollo al manejo emocional en esos momentos.
La mejor actitud es la que te hace consiente de tus posibilidades, aplica lo mejor que tienes y esconde tus debilidades, la que se retroalimenta consigo mismo, con el equipo y su contexto. Cierto es que un ganador, empieza siendo un luchador y este lo aprende con el tiempo en las batallas, no exijamos resultados sino se trabaja en ellos, mientras un futbolista no se prepare para la vida, es difícil que esté preparado para un partido, para un campeonato o para la final con que siempre soñó.
El Haro.
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viernes, 14 de agosto de 2009
"10", EL IDEALISTA PERFECTO
Se dice que la sociedad peruana y mundial está en conflicto con sus valores. Que la honestidad, responsabilidad,la laboriosidad, el altruismo y sobretodo la solidaridad cotidiana han quedado de lado para dar paso a un desencadenante de corrupción y violencia que no parece tener fin, dejando una estela diaria de desolación, angustia y desaliento en la gente. Se dice , especificamente de la sociedad peruana, que existe una tendencia a unirse a grupos poco brilllantes y mediocres que solo sobreviven de llevar abajo a gente talentosa y que aún practica los valores mencionados arriba. Que la competencia leal y basada en meritos se está extinguiendo para dar paso a una praxis de antivalores que son aceptados debido a que conllevan a la obtención de un beneficio del grupo. Así, la deshonestidad, la mentira, el timo, la falta de compañerismo entre otros se entienden si al final de cuentas esta forma de comportarnos nos proporciona la satisfacción de una necesidad.
Para las mujeres y algunos hombres que no gustan del fútbol o al menos , no lo llegan a comprender, el futbol es un deporte en donde se persigue meter un balón de cuero en un arco. 11 cojudos contra 11 cojudos corren sin mayor sentido detrás de él, sin poder usar las manos, mientras que miles o millones de personas sin tener que hacer los siguen en un estadio o por la televisión.
Para los que sabemos,sin embargo, el fútbol es, aparte de un deporte apasionante, una manera de verse retratado en un campo de grass. Mientras juega mi equipo favorito, me puedo ver a mi, a mi padre, a mis hermanos y amigos, al taxista, al médico e ingeniero, a nuestra policía , al alcalde y hasta al presidente, todos ellos, o mejor dicho, su manera de conducirse en sociedad, está representada en el campo de juego. Sin ser muy específicos, en la cancha encontramos al metedor, él que nunca da un balón por perdido, al que se pone al equipo al hombro a pesar de sus limitaciones. Encontramos también al frío definidor, que nunca duda en tomar una buena decisión frente al arco. Encontraremos también al que arruga, al que se esconde cuando el partido está al rojo. Al que prefiere que otros compañeros corran por él, sin asumir su responsabilidad con el grupo. Encontraremos también al inmaduro, al que no acepta sus errores y encima le echa la culpa a otros de sus torpezas. No faltará el agresivo, que golpea y/o insulta al rival o al compañero, que diferencia hay, si lo importante es lastimar a alguien. Y está el cobarde que se une a este tipo de conducta malsana, pero que lo hace por que así evita que le digan algo a él y se satisface con la humillación y verguenza que pasan otros.
Para las mujeres y algunos hombres que no gustan del fútbol o al menos , no lo llegan a comprender, el futbol es un deporte en donde se persigue meter un balón de cuero en un arco. 11 cojudos contra 11 cojudos corren sin mayor sentido detrás de él, sin poder usar las manos, mientras que miles o millones de personas sin tener que hacer los siguen en un estadio o por la televisión.
Para los que sabemos,sin embargo, el fútbol es, aparte de un deporte apasionante, una manera de verse retratado en un campo de grass. Mientras juega mi equipo favorito, me puedo ver a mi, a mi padre, a mis hermanos y amigos, al taxista, al médico e ingeniero, a nuestra policía , al alcalde y hasta al presidente, todos ellos, o mejor dicho, su manera de conducirse en sociedad, está representada en el campo de juego. Sin ser muy específicos, en la cancha encontramos al metedor, él que nunca da un balón por perdido, al que se pone al equipo al hombro a pesar de sus limitaciones. Encontramos también al frío definidor, que nunca duda en tomar una buena decisión frente al arco. Encontraremos también al que arruga, al que se esconde cuando el partido está al rojo. Al que prefiere que otros compañeros corran por él, sin asumir su responsabilidad con el grupo. Encontraremos también al inmaduro, al que no acepta sus errores y encima le echa la culpa a otros de sus torpezas. No faltará el agresivo, que golpea y/o insulta al rival o al compañero, que diferencia hay, si lo importante es lastimar a alguien. Y está el cobarde que se une a este tipo de conducta malsana, pero que lo hace por que así evita que le digan algo a él y se satisface con la humillación y verguenza que pasan otros.
Y ante todo esto, ¿donde está el talentoso, el que tiene inventiva, el que piensa antes y más rápido que nadie, el que elabora las jugadas y le cuesta destruir incluso las del rival , por que la belleza a de ser respetada incluso en contra de los propios intereses? ¿dónde está aquel que busca salir adelante sin mañas que dañen la integridad del rival, para quién el juego violento, el antifútbol, el destrozarle los tobillos al genio colega suyo no es parte de esta disciplina ? ¿Donde está el "10", el que se para delante de los volantes de contención y le da al balón de manera sublime, él que la lleva pegadita al pie , casi nunca la entrega mal y cuando pisa el area lo hace con decisión y sapiencia, enseñando a los demás el camino?
Tal vez será que como está pasando en sociedad, ya no hay lugar para este tipo de jugador, el idealista perfecto, que como mucha gente talentosa en otros ámbitos profesionales, tiene que resignarse a que sus "armas" no son válidas en esta guerra. No sirven, no están reconocidas por el rival. Se han vuelto lo que un escudo, una espada y una armadura en nuestros tiempos de pólvora y química. Ya no sirven por que las reglas del juego, así como el de conviviencia y sobrevivencia en el mundo real, están cambiando...
Ahora la pregunta sería ¿que será de nuestro otrora héroe, número "10"? ¿Se tendrá que esconder de las canchas para así no ser eliminado por completo? No creo que deba ser así necesariamente. Al talentoso hay que enseñarle que puede seguir siendo el mejor, el salvador constante del equipo, al que más aplauden y al que más admiran. Pero hay que hacerle ver, que ahora las reglas son distintas. Que tiene que ser rudo mientras hace su gambeta, por que normalmente será golpeado. Que será raro el caso en que se pueda llevar a más de 3 jugadores, por que ahora eso ni al arbitro le cuadra. Que debe saber cabecear y llegar como su antiguo socio el "9", por que ahora los buenos pases viene hasta del arquero. Hay que enseñarle también que tiene que marcar y y duro al que pase por su lado. Actualmente ya no hay jugadores que se queden mirando pasar al rival. Se arrojan en busca del balón o sus rodillas. En fin , hay que enseñarle que no siempre puede ser él mismo o él solo. que ahora depende más de la "pandilla", del grupo.... Hay que enseñarle que hay que ser un maldito a veces....
O. Sánchez
domingo, 2 de agosto de 2009
LOS PECADOS DE LA TÍA.
Juan Carlos Oblitas, debe ser uno de los ex jugadores peruanos más queridos y reconocidos que nuestro medio profesa y a mi entender el mejor puntero izquierdo que alguna vez nació en estas tierras. Un señor digno, de palabras acertadas y con toda la personalidad que los años, los éxitos y el cariño de una hinchada le han dado. El señor Oblitas es por estos tiempos, nominado a ejercer cargos dirigenciales en nuestro fútbol, es decir, goza de la credibilidad que pocos virtuosos obtienen. Pero al trasferir estas credenciales a su labor profesional actual, hayamos un vacío, una ausencia, una agenda inconclusa: Sporting Cristal se encuentra ubicado muy lejos de las posiciones de vanguardia, lejos de la punta con que soñaba. Cristal hace muchas fechas que no gana, 6 para ser exactos, y ayer ante Alianza Lima, evidenció ese status carente de equipo grande y se comportó como un primerizo que ha olvidado hasta los consejos propios y extraños. Cristal está en una crisis futbolística, una crisis de ideas, de conceptos y de dirección.
En el arco, existen 2 jóvenes que luchan por un puesto, un arquero con mayor experiencia y estricto como Carvallo y un felino de amplios reflejos como Heredia, ambos en proceso de maduración, uno tras de otro, ambos con deficiencias en el juego aéreo. En la defensa encontramos a un oso desgastado por el fútbol local, un potencial que se estancó en el conformismo y que suele mucho ejecutar faltas innecesarias, aún así, propone la fuerza y temple que todo equipo necesita, y busca en el juego aéreo la ventaja ofensiva, para sacar adelante los partidos. Gonzáles lo hace bien, cumple en la medida que puede, se entrega y sella cada jugada con esa garra uruguaya; hasta ahí, ¡muchas gracias! Los suplentes están destinados a ser siempre suplentes, es decir, no hay competitividad, Anchante irregular y Lojas inexperiencia, los laterales agradecidos a un buen currículo: Prado y Fernández, el primero sin la jerarquía de otros años y el segundo en un abismo técnico funcional… ¿Hace cuánto que ambos no sacan 3 centros buenos por partido? ¿Existe un recambio adecuado para ellos? Yo sigo creyendo que Edwin Pérez es un gran aporte, y que su utilidad se luce mucho más cuando juega al lado de Lizarbe, gran acierto en darle a este chico la oportunidad de la reivindicación. Arriba Lobatón y el Chorri, suficiente para el fútbol peruano, tratando de llevar el fútbol vistoso y de paciencia que Cristal a veces propone; apoyados en un “si tu quisieras” Sheput y un olvidado Sánchez. El equipo cuenta con dos delanteros útiles: Hurtado, bendecido y santificado, y Aliberti, un alero extremo de mucho empuje, que hasta ahora se estará preguntando ¿qué hizo para no ser más titular? ¿Jiménez es más que él? En además, los alientos de la banca de suplente sirven pero no solucionan nada.
Los pecados son dados cuando desobedecemos los mandamientos universales de una religión, sabidos por todos y simplificados en la cuenta de 10 para mayor entendimiento como es el caso de los católicos. Existen reglas básicas en el fútbol que deberíamos seguirlas siempre y evitar en la medida que podamos, romperlas, porque cuestan partidos… cuestan partidos. Un equipo se arma de atrás para adelante, asegura el cero primero, que arranquen los mejores, el fútbol es de momentos, no es necesario ser 9 para ser goleador, la competitividad eleva el rendimiento, la jerarquía importa y la camiseta hay que sentirla, etc. Yo pregunto: ¿Erick Delgado se fue por bajo rendimiento? ¿Los jales de la temporada, eran pretendidos por otros clubes grandes acaso? ¿Era un dilema escoger entre Silva o Maestri, sabiendo que el primero es mucho más que el segundo? ¿Si Prado está de salida, a quién se está trabajando para que cubra ese puesto? ¿Tiene Cristal un lateral izquierdo de nivel? ¿Era Malingas el jale que necesitaba Cristal? ¿Cuenta el Sporting con 6 suplentes mínimos de igual nivel que los titulares? ¿Es justo quitarle la confianza a Carvallo por un partido malo cuando Heredia al principio tuvo varios de bajo rendimiento? ¿Dónde está esa actitud vencedora y de seguridad que debe profesar un equipo como Cristal? Yo recomiendo jugar con Anchante de lateral izquierdo, “asegura la zona antes de atacar”, arriba que ingrese Sheput y que el Chorri juegue en la posición que nos dio tantas alegrías, detrás del punta, detrás de Hurtado; que se deshaga de algunos jugadores y se contrate para reforzar la defensa, un buen volante ofensivo y claro, un “9” verdadero, un buen delantero siempre es útil; yo jugaría igual con 3 enlaces que intercambien roles y arriba el “Vagón” siempre hará daño, es sabido que a mayor variantes, mejor . Habrá que volver a tocar el tema, habrá que seguir preguntando, habrá que confiar en Hurtado, Lobatón y Lizarbe, habrá que intentar resolver la crisis, ojalá.
El Haro....
En el arco, existen 2 jóvenes que luchan por un puesto, un arquero con mayor experiencia y estricto como Carvallo y un felino de amplios reflejos como Heredia, ambos en proceso de maduración, uno tras de otro, ambos con deficiencias en el juego aéreo. En la defensa encontramos a un oso desgastado por el fútbol local, un potencial que se estancó en el conformismo y que suele mucho ejecutar faltas innecesarias, aún así, propone la fuerza y temple que todo equipo necesita, y busca en el juego aéreo la ventaja ofensiva, para sacar adelante los partidos. Gonzáles lo hace bien, cumple en la medida que puede, se entrega y sella cada jugada con esa garra uruguaya; hasta ahí, ¡muchas gracias! Los suplentes están destinados a ser siempre suplentes, es decir, no hay competitividad, Anchante irregular y Lojas inexperiencia, los laterales agradecidos a un buen currículo: Prado y Fernández, el primero sin la jerarquía de otros años y el segundo en un abismo técnico funcional… ¿Hace cuánto que ambos no sacan 3 centros buenos por partido? ¿Existe un recambio adecuado para ellos? Yo sigo creyendo que Edwin Pérez es un gran aporte, y que su utilidad se luce mucho más cuando juega al lado de Lizarbe, gran acierto en darle a este chico la oportunidad de la reivindicación. Arriba Lobatón y el Chorri, suficiente para el fútbol peruano, tratando de llevar el fútbol vistoso y de paciencia que Cristal a veces propone; apoyados en un “si tu quisieras” Sheput y un olvidado Sánchez. El equipo cuenta con dos delanteros útiles: Hurtado, bendecido y santificado, y Aliberti, un alero extremo de mucho empuje, que hasta ahora se estará preguntando ¿qué hizo para no ser más titular? ¿Jiménez es más que él? En además, los alientos de la banca de suplente sirven pero no solucionan nada.
Los pecados son dados cuando desobedecemos los mandamientos universales de una religión, sabidos por todos y simplificados en la cuenta de 10 para mayor entendimiento como es el caso de los católicos. Existen reglas básicas en el fútbol que deberíamos seguirlas siempre y evitar en la medida que podamos, romperlas, porque cuestan partidos… cuestan partidos. Un equipo se arma de atrás para adelante, asegura el cero primero, que arranquen los mejores, el fútbol es de momentos, no es necesario ser 9 para ser goleador, la competitividad eleva el rendimiento, la jerarquía importa y la camiseta hay que sentirla, etc. Yo pregunto: ¿Erick Delgado se fue por bajo rendimiento? ¿Los jales de la temporada, eran pretendidos por otros clubes grandes acaso? ¿Era un dilema escoger entre Silva o Maestri, sabiendo que el primero es mucho más que el segundo? ¿Si Prado está de salida, a quién se está trabajando para que cubra ese puesto? ¿Tiene Cristal un lateral izquierdo de nivel? ¿Era Malingas el jale que necesitaba Cristal? ¿Cuenta el Sporting con 6 suplentes mínimos de igual nivel que los titulares? ¿Es justo quitarle la confianza a Carvallo por un partido malo cuando Heredia al principio tuvo varios de bajo rendimiento? ¿Dónde está esa actitud vencedora y de seguridad que debe profesar un equipo como Cristal? Yo recomiendo jugar con Anchante de lateral izquierdo, “asegura la zona antes de atacar”, arriba que ingrese Sheput y que el Chorri juegue en la posición que nos dio tantas alegrías, detrás del punta, detrás de Hurtado; que se deshaga de algunos jugadores y se contrate para reforzar la defensa, un buen volante ofensivo y claro, un “9” verdadero, un buen delantero siempre es útil; yo jugaría igual con 3 enlaces que intercambien roles y arriba el “Vagón” siempre hará daño, es sabido que a mayor variantes, mejor . Habrá que volver a tocar el tema, habrá que seguir preguntando, habrá que confiar en Hurtado, Lobatón y Lizarbe, habrá que intentar resolver la crisis, ojalá.
El Haro....
jueves, 30 de julio de 2009
Una de las tantas razones por las que nos quedamos...
Corría el año 1990, y se jugaba el partido inaugural del Mundial de Italia 90. El vigente campeón Argentina y la todavía poco reconocida selección africana de Camerún se enfrentaban. Al cabo de 90 minutos y jugando gran parte del partido con 9 jugadores, Camerún derrotaba a la albiceleste (con el Diego, Caniggia,Ruggeri, Balbo, Burruchaga, Pumpido,etc). Este sería el primero de los muchos "accidentes futbolísticos", que sucederían en adelante. Después , y en otros mundiales , vendrían Ghana, Nigeria, otra vez Camerún, y la lista puede continuar.
Las razones de estos resultados sorpresivos varían. Sin embargo, quisiera enfocarme en la que es la idea central de este artículo: El famoso biotipo de los futbolístas.
Terminado el partido entre Argentina y Camerun, los argentinos se preguntaban que había pasado. Muchos aducían que la selección argentina había tenido una falsa actuación (lo cual es cierto también), que los Africanos habian pegado demasiado (recontracierto también) o que Maradona no había tenido un buen partido y que la selección dependía mucho de él (que se puede decir: todo el mundo sabía eso!). Sin embargo, dejaron de analizar algunas cosas que para un espectador objetivo eran evidentes. Casi todos los balones divididos fueron ganados por los camerunenses. Incluso cuando estaban con 9 jugadores seguían corriendo más la cancha y más rapido que los argentinos. Como Argentina no tenía ideas, lanzaba los clásicos balones aéreos que nunca ganaba. Cuando algún habilidoso argentino (incluyendo a Maradona) lograba sacarse con un amague a un jugador africano, el mismo jugador se recuperaba y seguía marcando. Si algún argentino quería irse en velocidad, lo alcanzaban en dos zancadas, así hayan sacado ventaja. Recordemos para terminar , que el gol camerunés es de cabeza, con Oman Biyik elevándose de manera espectacular entre los "altos" defensas argentinos.
Hablar de biotipo no es hablar necesariamente de la talla de un futbolista. Es parte sí, y en el fútbol actual cada dia más físico y más científico,es muy importante. Pero va más allá. Hablamos de la masa muscular del deportista, la potencia o fuerza que puede tener para mantener su velocidad(no es lo mismo por lo tanto veloz y potente), para saltar y cabecear, para chocar y ganar balones divididos, para anticipar y seguir corriendo en los ultimos minutos del partido y en los suplementarios (¿Tendrá esto que ver con que nos ganen tantos partidos en los minutos finales?)
En la actualidad, en Peru el biotipo es malo. y eso , como dije antes, se esta volviendo determinante. No recuerdo muchos jugadores con el biotipo necesario para convertirse en un jugador importante a nivel continental al menos. Hace tiempo había un tal "coyote" Rivera pero quedó allí nomás. El era un ejemplo claro de lo que hablo(no menciono aspectos técnicos). En la actualidad, salvo Pizarro, Mendoza , Fárfan y Vargas, no tenemos jugadores que marquen la diferencia o que al menos estén a la par de otros futbolístas de Sudamerica. Porque si me dicen que Miguel Torres tiene un gran biotipo, diría que sí, pero sólo a nivel Peru. Lo mismo Wally Sánchez, Ugaz, Carmona, entre otros. ¿Y el "vagón" Hurtado y Montaño? Ahh ellos son colombianos, al igual que Arzuaga y Chará, quienes sin ser de lo mejor en su país, duela a quien le duela, son de lo mejor en nuestro campeonato y la gran diferencia la marca su biotipo. Si me hablan de Paolo Guerrero y el mudo Rodríguez, ellos tiene un biotipo adecuado y la hacen en el extranjero(como lo hizo Solano) por que tiene otros atributos técnicos que compensan, pero la fortaleza física no es algo resaltante en ellos. No faltará el que diga "pero Cueto , Chumpi, y el cholo Sotil, eran chatos y flacos". Como ya dije , eran otros tiempos. Ahora el fútbol exige atletas. O alguien puede decir que Ecuador y Colombia , sobretodo el primero, tiene futbolistas con más técnica y habilidad que los nuestros?. Más profesionalismo sí tienen, mentalidad más ganadora de hecho, y a vista de cualquier miope mejor biotipo y preparación física.
Obviamente, es tarde para enseñarle a nuestros jugadores "grandasos" fundamentos técnicos como para ser parte de una selección nacional competitiva y mundialista. Pero sí se puede empezar a hacer algunos cambios en afán, y que no suene mal, de"comprobación de hipótesis". Me queda la idea que el actual Luis Guadalupe defendería mejor que el "cholito" Prado y que le pondría más fuerza arriba(si , claro , muchas veces terminaría mal la jugada pero le saldria alguna. Con el Cholito , no sale una!!). Estoy seguro que a Edwin Pérez le iría mejor que a Reiner Torres. Que Roberto Silva sería más útil que Chávez en delantera, al menos en algunos partidos. Y estos son solo algunos ejemplos.
Pero como todos sabemos, un plan de trabajo con menores es lo más atinado. Sacar provecho de la ciencia y trabajar como lo hizo Ecuador, con chicos de cierta raza que tenga un prototipo físico competitivo a nivel mundial. Dotarles de técnica y fundamentos, en otras palabras, enseñarles a mover el balón . Todo esto a la par de nutrirles con educación y valores muy necesarios en la práctica de toda disciplina deportiva, sobretodo el fútbol, donde hace falta tener una buena formación espiritual y familiar para no ser movido por la prensa amarilla y difamadora, en donde los sueldos marean y te llevan a vivir intensamente, haciendote perder la esencia fundamental de este bello deporte: Divertirte, siendo útil a un grupo, siendo solidario y leal con tu gente, incluso con el adversario(si se lo merece) y sentir que existe pasión y sentimiento mancomunado por algo no material. Ese idealismo no debe extinguirse nunca.
O. Sánchez
Las razones de estos resultados sorpresivos varían. Sin embargo, quisiera enfocarme en la que es la idea central de este artículo: El famoso biotipo de los futbolístas.
Terminado el partido entre Argentina y Camerun, los argentinos se preguntaban que había pasado. Muchos aducían que la selección argentina había tenido una falsa actuación (lo cual es cierto también), que los Africanos habian pegado demasiado (recontracierto también) o que Maradona no había tenido un buen partido y que la selección dependía mucho de él (que se puede decir: todo el mundo sabía eso!). Sin embargo, dejaron de analizar algunas cosas que para un espectador objetivo eran evidentes. Casi todos los balones divididos fueron ganados por los camerunenses. Incluso cuando estaban con 9 jugadores seguían corriendo más la cancha y más rapido que los argentinos. Como Argentina no tenía ideas, lanzaba los clásicos balones aéreos que nunca ganaba. Cuando algún habilidoso argentino (incluyendo a Maradona) lograba sacarse con un amague a un jugador africano, el mismo jugador se recuperaba y seguía marcando. Si algún argentino quería irse en velocidad, lo alcanzaban en dos zancadas, así hayan sacado ventaja. Recordemos para terminar , que el gol camerunés es de cabeza, con Oman Biyik elevándose de manera espectacular entre los "altos" defensas argentinos.
Hablar de biotipo no es hablar necesariamente de la talla de un futbolista. Es parte sí, y en el fútbol actual cada dia más físico y más científico,es muy importante. Pero va más allá. Hablamos de la masa muscular del deportista, la potencia o fuerza que puede tener para mantener su velocidad(no es lo mismo por lo tanto veloz y potente), para saltar y cabecear, para chocar y ganar balones divididos, para anticipar y seguir corriendo en los ultimos minutos del partido y en los suplementarios (¿Tendrá esto que ver con que nos ganen tantos partidos en los minutos finales?)
En la actualidad, en Peru el biotipo es malo. y eso , como dije antes, se esta volviendo determinante. No recuerdo muchos jugadores con el biotipo necesario para convertirse en un jugador importante a nivel continental al menos. Hace tiempo había un tal "coyote" Rivera pero quedó allí nomás. El era un ejemplo claro de lo que hablo(no menciono aspectos técnicos). En la actualidad, salvo Pizarro, Mendoza , Fárfan y Vargas, no tenemos jugadores que marquen la diferencia o que al menos estén a la par de otros futbolístas de Sudamerica. Porque si me dicen que Miguel Torres tiene un gran biotipo, diría que sí, pero sólo a nivel Peru. Lo mismo Wally Sánchez, Ugaz, Carmona, entre otros. ¿Y el "vagón" Hurtado y Montaño? Ahh ellos son colombianos, al igual que Arzuaga y Chará, quienes sin ser de lo mejor en su país, duela a quien le duela, son de lo mejor en nuestro campeonato y la gran diferencia la marca su biotipo. Si me hablan de Paolo Guerrero y el mudo Rodríguez, ellos tiene un biotipo adecuado y la hacen en el extranjero(como lo hizo Solano) por que tiene otros atributos técnicos que compensan, pero la fortaleza física no es algo resaltante en ellos. No faltará el que diga "pero Cueto , Chumpi, y el cholo Sotil, eran chatos y flacos". Como ya dije , eran otros tiempos. Ahora el fútbol exige atletas. O alguien puede decir que Ecuador y Colombia , sobretodo el primero, tiene futbolistas con más técnica y habilidad que los nuestros?. Más profesionalismo sí tienen, mentalidad más ganadora de hecho, y a vista de cualquier miope mejor biotipo y preparación física.
Obviamente, es tarde para enseñarle a nuestros jugadores "grandasos" fundamentos técnicos como para ser parte de una selección nacional competitiva y mundialista. Pero sí se puede empezar a hacer algunos cambios en afán, y que no suene mal, de"comprobación de hipótesis". Me queda la idea que el actual Luis Guadalupe defendería mejor que el "cholito" Prado y que le pondría más fuerza arriba(si , claro , muchas veces terminaría mal la jugada pero le saldria alguna. Con el Cholito , no sale una!!). Estoy seguro que a Edwin Pérez le iría mejor que a Reiner Torres. Que Roberto Silva sería más útil que Chávez en delantera, al menos en algunos partidos. Y estos son solo algunos ejemplos.
Pero como todos sabemos, un plan de trabajo con menores es lo más atinado. Sacar provecho de la ciencia y trabajar como lo hizo Ecuador, con chicos de cierta raza que tenga un prototipo físico competitivo a nivel mundial. Dotarles de técnica y fundamentos, en otras palabras, enseñarles a mover el balón . Todo esto a la par de nutrirles con educación y valores muy necesarios en la práctica de toda disciplina deportiva, sobretodo el fútbol, donde hace falta tener una buena formación espiritual y familiar para no ser movido por la prensa amarilla y difamadora, en donde los sueldos marean y te llevan a vivir intensamente, haciendote perder la esencia fundamental de este bello deporte: Divertirte, siendo útil a un grupo, siendo solidario y leal con tu gente, incluso con el adversario(si se lo merece) y sentir que existe pasión y sentimiento mancomunado por algo no material. Ese idealismo no debe extinguirse nunca.
O. Sánchez
viernes, 24 de julio de 2009
El futbol no espera.
Hablar del futbol peruano debe ser como hablar del cáncer, nadie sabe la causa específica que lo produce, sólo factores y casi ninguna cura, pero si somos consientes de los fuertes dolores que aqueja. Como todo cáncer terminal, el diagnóstico oportuno fue tardío y la calidad de vida nunca estuvo presente, es decir nunca, recibió un tratamiento adecuado. El futbol peruano es un caos, y no es nuevo decir esto; pero a diferencia de todo cáncer que sólo nos espera guardar por el día del deceso, el futbol tiene el don de la inmortalidad y la pasión que despierta, revive en cada mundial, en cada copa, en cada campeonato. Decir que no pensemos en un mundial sino de aquí hasta 8 años más, como mínimo, es una utopía. El hincha, como somos todos, no sabe de esperar, no quiere hacer vigilia a los denominados “proyectos”, sólo tiene hambre de victoria y de goles. Por eso al igual que pretendemos entablar un proyecto que rinda frutos a décadas posteriores, debemos buscar a la par, presentar la mejor escuadra posible para entablar una próxima eliminatoria de manera digna y oportuna. Un entrenador que coma futbol, que sueñe futbol, que respire futbol, unos jugadores medianamente enfocados a conseguir objetivos y claro, unos dirigentes que entiendan el proceso del futbol, es tal vez la fórmula más simple y escasa del futbol peruano. Buscar que los dirigentes entiendan el proceso del futbol, indica un genocidio dirigencial actual; no habría que confiar en los presidentes de clubes, tampoco en algunos ex futbolistas, ni mucho menos en las bases., esto refiriéndome en el entorno de la Federación Peruana, de ahí, ninguna amnistía. Confiar en algunos dirigentes que aparentan seriedad, algunos ex futbolistas de preferencia, exitosos, lúcidos y actualizados, periodistas deportivos sanamente examinados de plagas de intereses. Aquellos deberían tener capacitaciones en el extranjero, practicas menores en oficios similares, como ocurriría en toda profesión; que entienda el proceso futbol, como negocio, como estado e institución, como cultura y sobre todo como pasión. El dirigente debe tener esa visión innovadora, que trae cosas nuevas y odia el continuismo, la experiencia de viejo zorro, que se refleja en la toma de decisiones, un amor al trabajo y al orden, con hambre de triunfo, cual jugador de futbol, que entienda que también juegan su partido en el campo de la FIFA, CONMEBOL; etc. Un entrenador que viva futbol, un adicto a la táctica, amante de la estrategia para el próximo partido y partidario del trabajo diario, con jugadores o sin ellos. Cuando los dirigentes brindan las condiciones para el hospedaje de estos obsesivos del deporte rey, nos abrimos al campo de numerosas opciones, eso si el dinero y la gloria son la mejor recompensa. El triángulo lo completan los jugadores, los últimos de la cadena, los frutos de cada programa, entendidos a trabajar por objetivos, mínimos y complejos; con un manual de funciones, donde se indique sus obligaciones y responsabilidades, así como sus sanciones y méritos. Un grupo formado a trabajar con metas reales: Aprender a marcar y hacer pressing, aprender a leer el sistema contrario, salidas rápidas y precisas, etc., no es imposible en visionar cosas simples. No se augura la clasificación, pero sí, una mejoría. Y que quede claro, que este triángulo esta dentro de un círculo mucho más complejo y sistémico.
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